El universo de Jean Michel Ribeyrolles está fuertemente inspirado en el mundo neolítico. Las primeras expresiones de la humanidad, las primeras huellas del hombre… dólmenes, menhires, mojones, pero también tótems… son tanto fuentes de cuestionamiento como de creatividad…
Al asociar la delicadeza de los distintos tipos de madera (cedro, fresno, abeto de Douglas…) con la fuerza del metal, Jean Michel crea piezas totalmente nuevas y llenas de emoción.
Las formas son potentes y ligeras a la vez. Los materiales se subliman y la nobleza de la madera se hace con la técnica conocida como madera quemada. Este método ancestral japonés (Yakisugi) consistía en quemar la superficie de los tablones de madera con los que se fabricaban las fachadas de las casas para aumentar su resistencia a las inclemencias del tiempo, los insectos, el moho, etc., y limitar la propagación de los incendios en las ciudades.